lunes, 4 de noviembre de 2013

Indicadores de éxito en el aula


Vamos a detallar una serie de indicadores que sirvan de guía para organizar nuestra actividad en el aula con alumnos con TDAH:

  • Colocar al alumno con TDAH cerca de la pizarra y del profesor (1ª o 2ª filas), lejos de estímulos distractores (como la ventana, un alumno muy hablador, etc.).
  • Utilizar un lenguaje sencillo y concreto, con instrucciones claras, y pedir de vez en cuando que repita con sus palabras lo que hemos dicho.
  • De manera individual, enseñar a estos alumnos técnicas de autoinstrucciones para que puedan trabajar de manera autónoma y en un momento dado, puedan reconducirse ellos mismos si se han perdido.
  • Plantear las actividades de forma gradual y secuenciada: empezamos con actividades motivadoras, como una tormenta de ideas o material audiovisual de corta duración, continuamos con las actividades de desarrollo, que precisan mayor nivel de atención y concentración, y finalizamos con otras más sencillas y lúdicas que sirvan de conclusión.
  • Fomentar la creatividad en las actividades de clase, permitiendo a los alumnos dar diferentes soluciones a un problema planteado y valorando la originalidad de los resultados. Utilizar materiales y formatos no habituales en el aula.

  • Revisión diaria de las tareas encomendadas para casa y de la organización del cuaderno.
  • Durante la clase, encomendarle tareas que permitan liberar energía como repartir hojas, borrar la pizarra, escribir la fecha, ir por tizas a conserjería, etc.
  • En las pruebas escritas, simplificar la presentación de los enunciados, limitando el número de epígrafes y de preguntas por cada hoja, utilizando letra grande y destacando en negrita las instrucciones importantes.

  • Utilizar pruebas orales como instrumento de evaluación, pues permiten al profesor guiar la atención de estos alumnos, tienen menor duración y exigen menor nivel de atención sostenida.
  • Motivar al alumno con TDAH reforzando de manera positiva cada unos de sus pequeños logros, diariamente. Comunicar también cada uno de esos logros a la familia.

  • Mantener entrevistas periódicas con la familia, para hacer un seguimiento del cumplimiento de los objetivos globales pero también de sus pequeños logros y su adaptación al grupo-clase.
  • Coordinación con el resto del profesorado mediante reuniones periódicas para tratar la evolución de estos alumnos y la eficacia de las medidas tomadas.





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